El impacto del comercio justo en la industria del cacao

Cacao de comercio justo: clave para mejorar el mundo

Trabajo infantil, explotación laboral, miseria endémica… poner fin a estas lacras pasa por soluciones como la que ofrece el llamado cacao de comercio justo 👍🏽. ¿Qué te parece si nos acompañas para conocerlo un poco mejor?

¿Qué es el cacao de comercio justo?

Decimos que un cacao es de comercio justo cuando cuenta con la certificación homónima (también conocida como Fairtrade). Dicha acreditación homologada atestigua que la producción de este alimento ha respetado la sostenibilidad económica y social de las comunidades productoras. A tal fin, garantiza un precio mínimo, una remuneración justa y unas condiciones laborales dignas.

Verdaderamente, no podríamos entender el significado de la certificación Fairtrade sin atender a la dura realidad que experimentan los pequeños productores de cacao. Lo cierto es que, pese a tratarse de un producto muy demandado, su precio no para de bajar; ello, unido a que los agricultores lo tienen muy difícil para acceder al mercado, hace que estos solo perciban el 6% de lo que cuesta una barra de chocolate.

Afortunadamente, lejos de ser una mera utopía, el cacao de comercio justo se revela sumamente exitoso. Por ejemplo, en España, su venta ha crecido un 730% desde 2015, según Fairtrade Ibérica. Teniendo en cuenta que alrededor de 30 países y 14 millones de personas basan su economía en él, estamos ante una muy buena noticia.

5 beneficios del comercio justo para la producción del cacao

La etiqueta Fairtrade nace para reducir el impacto negativo que tiene la explotación del cacao en las pequeñas comunidades productoras. Puedes estar seguro que la vida de quienes cultivan en Costa de Marfil, Ghana o Perú mejora considerablemente gracias a ello.

Salario justos: el motor del cambio

El incremento salarial es uno de los beneficios más evidentes del comercio justo en el cacao. Gracias a él se aumenta la cuantía y estabilidad de los ingresos que perciben sus productores. De este modo, pueden salir del endeudamiento y de un ciclo de pobreza que se perpetúa generación tras generación.

Un factor crucial para combatir la explotación infantil

Según un informe de la Universidad de Chicago de 2020, la producción de cacao tradicional en Costa de Marfil y Ghana emplea a más de 1,5 millones de niños; para colmo, ello pone en grave riesgo la salud del 95% de ellos, pues deben usar herramientas peligrosas y plaguicidas nocivos. Por contra, el impacto social del comercio justo en estos cultivos conlleva necesariamente la abolición del trabajo infantil.

Respeto a los derechos laborales

Quienes cultivan el cacao Fairtrade no solo ven mejorada su vida a nivel económico: las condiciones laborales también se ven beneficiadas. Las mejoras en sanidad y educación, así como la observancia de sus derechos laborales (p.ej: no discriminación) les permiten desarrollar su actividad de forma más segura y digna.

Mejora la competitividad internacional de los pequeños productores

A diferencia de lo que sucede con el chocolate tradicional, el cacao de comercio justo posibilita que los pequeños productores puedan vender su producto en el mercado internacional. Algo así, en plena era de la globalización, supone un poderoso impulso a la hora de relanzar a las economías emergentes.

El cacao de comercio justo también cuida del medio ambiente 

Más allá del impacto social del comercio justo, lo cierto es que las prácticas que promueve también implican evidentes beneficios para el planeta. No en vano, su lucha contra el cambio climático cristaliza en medidas concretas como prohibir la tala de árboles o el uso de pesticidas químicos. Lógicamente, dicha protección medioambiental también redunda en el bienestar de quienes cultivan el cacao.

Certificación ecológica de Chocolates Higón: una gran aliada del cacao Fairtrade

Según hemos visto, el cacao de comercio justo se preocupa de brindar una protección integral a los pequeños productores. Ello implica velar por ellos no ya sólo a nivel económico y social, sino también medioambiental. En este punto, la certificación Fairtrade encuentra su apoyo natural en los chocolates certificados como ecológicos.

Al contar con la certificación ecológica, en Chocolates Higón ponemos nuestro granito de arena en la protección de las comunidades productoras de cacao. No en vano, nuestros productos se alinean con los valores propios del consumo ético y concienciado, ofreciendo al consumidor un alimento que cuida de su salud y del planeta. 

 

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